PUNTA ARENAS. El pasado 23 de agosto se realizó en el Muelle José de los Santos Mardones de la Empresa Portuaria Austral (Epaustral) un ejercicio para evaluar el plan de contingencia diseñado para enfrentar un derrame de hidrocarburos.
La actividad, que contó con el apoyo y supervisión de la Capitanía de Puerto de Punta Arenas, es parte de la planificación anual del Comité de Crisis de la empresa portuaria y responde también a uno de los lineamientos de la Política de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo vigente en la empresa, referida a asegurar que las «políticas, valores y procedimientos sean aplicados por todos (los) colaboradores, así como por las personas que se encuentren en los recintos portuarios».
El Capitán de Puerto de Punta Arenas, Capitán de Fragata Litoral Rodrigo Esparza, explicó que «el ejercicio de combate a la contaminación puso a prueba el plan de contingencia del Terminal Mardones y la empresa OSR (Oil Spill Response) Marval que desplegó barreras de contención para enfrentar la simulación de un derrame de marin gasoil desde un remolcador al mar. La autoridad marítima estuvo presente en todo momento, desde el inicio del ejercicio, controlando los procedimientos efectuados por el terminal portuario y también por la empresa OSR que prestó servicios; en este caso, Marval». A su juicio, «el ejercicio se desarrolló de forma correcta, poniendo a prueba al personal y el material; con esto queda acreditada la empresa Marval que presta servicios a Epaustral ante un derrame real».
El gerente general de la Epaustral, Rodrigo Pommiez, valoró la realización de este simulacro porque «ayudan a generar conocimiento y concientizar sobre los problemas que se pueden dar en las operaciones navieras», agradeciendo además la colaboración y apoyo prestado por la autoridad marítima: «Este ejercicio habla de la coordinación y de la relación que mantenemos para generar el criterio de operaciones seguras en ambientes marítimos».
La encargada de Prevención de Riesgos de la Empresa Portuaria Austral, Carolina Suárez, explicó que «estos simulacros sirven para chequear y reforzar las rutinas de reacción en caso de emergencia. En este caso, fue efectivo tanto por el tiempo alcanzado (50 minutos) como por el conocimiento de alrededor de las 40 personas que participaron, que conocen la función a desempeñar en caso de emergencia».
Con información de Epaustral
