Chile elabora un plan de infraestructura portuaria a largo plazo luego de las quejas del sector, respecto a la percepción de pérdida de competitividad frente a Perú, que está invirtiendo grandes sumas en esta área.
«Son proyectos muy grandes que tienen que ir en diálogo con el resto de la geografía urbana de nuestras regiones, con nuestras comunidades. Además, en términos medioambientales, también tienen alto impacto», dijo la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza, en respuesta a una pregunta del medio BNamericas durante un seminario Web de la organización público-privada Fundación Chilena del Pacífico.
Los actores portuarios, por su parte, criticaron la falta de proyectos en momentos en que muchas terminales alcanzan sus límites de capacidad. La cámara marítima y portuaria (Camport) informó en julio que cinco puertos operan a tasas de ocupación superiores a 65%, de los cuales destaca el puerto de San Antonio con 91%. También enfatizó que los estudios para ampliar estas terminales deberían haberse iniciado hace mucho tiempo.
Mientras Perú redobla sus esfuerzos construyendo el puerto de Chancay, valorado en US$1.300 millones, y modernizando la instalación del Callao por US$350 millones, los proyectos más grandes de Chile -la Terminal 2 en Valparaíso y la ampliación del puerto de San Antonio- están estancados en la etapa de revisión ambiental. Los trabajos demandan US$500 millones y US$3.500 millones, respectivamente.
Sanhueza dijo que el gobierno mantiene la estrategia portuaria de la administración anterior encabezada por el Ministerio de Transportes, MTT. «Hay un comité ministerial que está siguiendo una política y una estrategia nacional para el desarrollo de estos puertos, y estamos trabajando en eso», señaló. En abril, el MTT y el Ministerio de Economía iniciaron consultas sobre la redacción de una política nacional de logística portuaria que debiera publicarse hacia fines de 2023.
Con información de BNAméricas
