«Las líneas de contenedores han cambiado su posicionamiento sobre el negocio terrestre ya que cada día ofrecen más servicios a sus clientes en la logística end to end», detalló al medio especializado español Transporte XXI un directivo de una compañía ferroviaria que quiso mantenerse en el anonimato.
Y los datos oficiales de la Autoridad Portuaria, que preside Joan Calabuig, avalan las declaraciones del ejecutivo, ya que revelan un flujo de 157.572 TEUs acarreados por tren en los ocho primeros meses de 2023, lo que viene a suponer un volumen mensual de 20 mil TEUs. De seguir esta tendencia, el puerto cerraría el año por encima de los 264 mil TEUs, muy por encima de los 236.142 TEUs que se gestionaron en las terminales en 2022, un año que ya fue de marcada tendencia positiva para el intermodal, cerrado con un crecimiento del 10%.
Una tendencia que contrasta con los malos resultados del transporte por carretera, cuyos volúmenes están lastrados en un 15% respecto a los datos del periodo enero-julio de 2022. Pese a ello, la carretera lidera ampliamente la oferta de transporte del enclave, con un movimiento generado de 1.269.989 TEUs, cifra que supone un descenso más de 200 mi viajes respecto al pasado año.
La estrategia de los corredores libres de carbono empieza a cobrar protagonismo en el catálogo de servicios de las navieras y de varios operadores logísticos que han empezado a subir contenedores en los trenes que operan en las terminales del puerto valenciano.
El objetivo y la prioridad de varios cargadores es consolidar una cadena logística sostenible para lo que el ferrocarril está llamado a ser una pieza clave, mientras la carretera afronta la descarbonización con una transición energética que aún impide, por precios, ofrecer un transporte con cero emisiones desde los puertos.
Con información de Transporte XXI
